Carta de despedida

Varias son las veces que he tratado de decirte que es lo que en realidad pasa en mi corazón, pero nunca he encontrado el coraje suficiente para hacerlo.

Ahora es el momento en que lo puedo hacer pero ya no tiene ningún caso. Tu aquí, el día de tu entierro, yo el día en que el amor murió.

No puedo decir que desde que te conocí caí perdidamente enamorado de ti, porque no fue así. Todo fue cuestión de tiempo. Platicábamos de vez en cuando, íbamos a lugares juntos, pero siempre con mas personas, nunca los dos solos.

Conforme el tiempo pasaba, me apegaba mas a ti, me enamoraba mas de ti, empecé a admirar tu cuerpo, de una manera en la que no había admirado ningún otro, te veía y me ponía a pensar lo que te haría cuando estuviéramos solos.

Nunca te lo dije, pero también admire tu forma de ser, esa forma tan despreocupada de vivir, el que no te importara nada. Que todo para ti fuera como un juego, como si la vida no existiera.

Para mi tu eras un dios bajado del cielo justo para mi. Te amaba, te adoraba, te quería solo para mí. El problema fue cuando me enteré que tenías novia. Mi vida se desmoronó, me caí desde el piso más alto de la torre mas alta del mundo.

Mis esperanzas de que fueras mío murieron ese día. Aun así te ayudaba cuando tenias problemas con ella, te daba consejos de que decirle cuando no se sentía querida.

Lo que tu no supiste fue que esos mensajes mas bien eran dedicados a ti, todas esas veces que platicando por el Messenger decía cosas como te quiero, te amo, me gustas, y te deseo, era para ti, aunque mentía diciendo que era para otra persona y en broma te decía que no te hicieras ilusiones. Fue la única manera que yo encontré para desahogar este amor que tenia por ti.

Muchas veces me dije para mis adentros, la próxima semana le digo, sin importar lo que piense, pero siempre me puse a pensar mas en la amistad que tenía contigo, que prefería estar contigo solo como amigos a no tenerte para nada. Solo me lastimaba a mi mismo.

Mi corazón ya no soportaba eso, y luego me entere que tú odias a aquellos como yo. Que si alguien así se te presentara enfrente lo matarías a golpes. Eso destrozo por completo mi corazón.

No te dije nada, y aun así me repetía la próxima semana no le voy a decir, es mas le voy a robar un beso, sin importarme si me mata a golpes, si me responde el beso, o si simplemente me deja de hablar para siempre. Ya no me importaba lo que el mundo pensara de mi, pero desgraciadamente no era así, valía más para mi lo que los demás pensaran, lo que los demás dijeran de mi, que nunca pude valorar lo que tenía.

Aquellos amigos que sabían de este secreto, me decían, que me animara, que lo peor que podía pasar es que me dieras un golpe. Pero no me atrevía.

Ahora ya es demasiado tarde, tu estas muerto, ayer cuando me llamaron para dame la noticia, lo primero que pensé fue en matarme también. Para estar a tu lado en la otra vida, pero medite, y me di cuenta de que esa no era la solución.

Hoy no te puedo decir que te amo, ni que te quiero, ni si correspondes a mi amor. Porque todo ha terminado, tu vida y mi corazón ya no existen, te digo que mi corazón dejo de latir el día que el tuyo lo hizo, la única diferencia es que yo sigo en este mundo, sigo con la firme idea de que un día vas a llegar a la puerta de mi casa y en el momento que abra y me veas, me darás un abrazo y un beso magnifico diciéndome, mi vida siempre fuiste tu, pero cuando supe que habías encontrado un novio no tenía mas sentido mi vida y por eso decidí suicidarme.

Que me dijeras que tu también me amaste, que me querías y que la vida sin mi no tenía sentido para ti.

Pero ahora, hoy, mañana, y para siempre, este va a ser un amor que nunca salió de la cabeza de ninguno de los dos. Espero que leyendo esto te des cuenta de lo que verdad siento por ti, y que eso sea lo mismo que tu sientes por mi.


Adios mi amor. Esta es mi carta de despedida. Esto es el único texto que dejo antes de tomar la droga que tengo en la mano, con la esperanza de que sea la suficiente para matarme.

Por hoy y por siempre

Tu amado.